jueves, mayo 18, 2006

A veces me quedo mirándolos desde lejos.
Apoyo la barbilla en la mano izquierda (la izquierda, siempre, siempre la izquierda), entrecierro los ojos y me pregunto (girándome hacia dentro, mirándome a los ojos)
“¿Cómo lo hacen?”
No me contesto, continuo observándolos.
Callada y ya irreflexiva de nuevo.

Luego, (vuelvo a girarme, más adentro aún, mucho más. Profunda. Abajo, abajo, más abajo) te miro, directamente a la nuca, con los labios cosidos por la duda
“¿Porqué nosotros no podemos hacerlo?”

Regreso a ellos, para ver algo que me haga sonreír.

Y sonrío, aunque nunca tenga una respuesta a mis dudas.













No hay comentarios: