jueves, febrero 15, 2007

Hay un banco en el río que aniquila todas las razones.


Hay un banco en el río donde balbucear cosas sobre amistad y otras tonterías.


Hay un banco en el río, explosivo, al sur o al norte. No importa.


Hay un banco en el río, al final de una calle sola y luminosa en la que te acostumbras a andar y jamás vuelves a mirar hacia atrás.


Hay un banco en el río que sólo pueden ver los que llegan allí con los ojos cerrados, los que esperan sentir un abrazo de agua y bailan de emoción contenida.


Hay un banco en el río que alguien pintó de negro y otro alguien quiso repintar de colores. Al final se decidió por la esperanza de no verlo más.


Hay un banco en el río donde nadie puede sentarse porque es para poner los pies que están hartos del suelo pero no llegan al cielo.


Hay un banco en el río. Hay un banco en el río.


Hay


un banco


en el río... En él, río.













No hay comentarios: