domingo, mayo 20, 2007

Hace días que me ronda. Camina de puntillas a mi alrededor. No quiero que me diga que está triste. Conozco mi tristeza y su tristeza. Hace días.



Ya no sé cuántas veces he escrito y borrado, escrito y borrado. Un día, otro. Casi a diario vengo, me siento, abro la ventana, observo a Neko enroscado en la silla junto a mí. Me mira con ojos entrecerrados, medio dormido. Lo miro, entrecerrando los ojos, deseando dormir. Suspiro, suspira, suspiramos. Fijo la vista en la pantalla, en el teclado, intento recordar todo eso que iba a escribir... y nada.



Igualmente escribo, quizá tenga suerte. Pero no.



Luego todo se llena de actividad. No puedo hacer casi nada con tanto movimiento a mi alrededor. Además no soporto leer , ni escribir, ni nada si tengo alguien observando por encima de mi hombro.



Soledad. Eso es lo que hace falta.

Ya estoy saturada. Sólo necesité uno días para estar harta, cada vez me cuesta menos. O cada vez me llenan más.

Qué cansada estoy...o quizá sea el tiempo.



Pero tuve cuatro días de sol dentro del pecho, fresas en mi boca y toda la calma que necesitaba. Suficiente para que no consiga arrancarme la sonrisa, por más vueltas que dé a mi alrededor de puntillas.




No hay comentarios: