lunes, noviembre 19, 2012

Yo quería escribirte
un montón de letras que corrieran
como polvo de una explosión
y que la onda llegara
se elevara y recorriera
toda esta geografía de desastres que vivimos juntos,
sonriendo,
embarcados en una esperanza ligera e infinita.

Porque, mi amor,
no hay pena tan dura que no esconda una sonrisa a tu lado.

Yo quería describirte
un cuerpo celeste
para que tus ojos no se alzaran nunca
sin recordar
que hay amor, que hay vida,
que nada se acaba
si está en el hueco que moldeamos entre tu mano y la mía.

Porque, mi amor,
si todo termina con el olvido tenemos un infinito en nuestras frentes.
Hoy y todos los siempre que nos restan.


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